Jorge Morey Gil. Un pionero mallorquín.

En los años 50 hubo un mallorquín que pintaba cuadros bajo el agua. Esta es su historia...

JORGE MOREY GIL (1919-2012). Un pionero mallorquín.


Hace unos años, Eduardo Connolly, buen amigo y socio de la HDSES, escribió un artículo sobre Jorge Morey Gil en la revista
El Buzo. Cuando lo leí, me sorprendió, ya que nunca había oído hablar del “mallorquín que pintaba cuadros bajo el agua” en los años 50.

Recientemente cayeron en mis manos algunas fotografías inéditas del que se considera primer pintor submarino de la historia y decidí investigar un poco más sobre este singular personaje y ampliar el artículo de Eduardo con algunos datos adicionales.

 

Fruto de ello es esta publicación que pretende contribuir a preservar la memoria de Jorge Morey como figura relevante de nuestra historia subacuática.


Antes de convertirse en un referente del buceo en Mallorca, Morey ya era conocido por sus pinturas al óleo y acuarelas, así como por su afición a la fotografía. Era también muy “manitas” y tenía en la plaza Fleming de Palma un negocio de reparación de radios y aparatos electrónicos que, posteriormente acabó siendo también una tienda de fotografía: Radio Capitol.

 

En Radio Capitol se reunía habitualmente con un grupo de amigos tan entusiastas como él de las actividades subacuáticas. Allí compartían anécdotas, meriendas y escuchaban los partes meteorológicos mientras preparaban sus próximas salidas al mar.


Le apasionaba el mar desde niño y era un buen pescador submarino, llegando a formar parte del equipo de Baleares y participando en varios campeonatos.

Su hermano, Juan Morey, fue el fundador de uno de los negocios más conocidos en el ámbito de la náutica en Mallorca: Comercial Morey.

Jorge Morey muestra una espectacular captura.


La creciente difusión de la escafandra autónoma Cousteau-Gagnan a finales de los años cuarenta, permitió que Jorge Morey -al igual que muchos otros- pudiera cumplir su sueño de permanecer bajo el agua durante largos períodos sin estar ligado por ningún elemento a la superficie. Tras no pocos esfuerzos, pudo adquirir una escafandra autónoma que le permitió desarrollar todo su potencial subacuático.

                                 Jorge Morey, a la derecha del grupo.


El incipiente auge de la fotografía subacuática, también le atrapó. Comenzó probando los pocos modelos de cajas estancas para cámaras disponibles entonces en el mercado y, como no le convencían, acabó fabricando y patentando su propio modelo en 1953. Sus fotografías adquirieron rápidamente notoriedad dentro y fuera de España, obteniendo diversos galardones por ellas. En prensa se recoge que obtuvo el premio nacional de fotografía subacuática en el “V Concurso de Fotografía Artística” celebrado en Valencia en 1955.

                            Jorge Morey con su modelo de caja estanca.                                                                                Dibujo de la patente original (1953)


Su habilidad bajo el agua con la cámara, unido a su carácter amable y solícito, facilitó que fuera requerido para realizar numerosos reportajes fotográficos de campeonatos de pesca submarina, artículos en periódicos y revistas y colaboraciones en campañas de investigación de biología y arqueología submarina. La conocida Fundación Bryant, dedicada a patrocinar diversas excavaciones arqueológicas, también contó con él en varias ocasiones.

 Sus frecuentes salidas de pesca submarina y buceo le permitieron conocer la localización de numerosos pecios antiguos en las costas mallorquinas. Hay que destacar que su voz fue una de las primeras en alzarse contra el expolio sistemático que sufrían los restos arqueológicos sumergidos del Mediterráneo, en una época en la que el interés por la preservación del patrimonio histórico y arqueológico era todavía escaso en nuestro país.

Una de estas campañas de investigación científica en aguas de Baleares lo llevó a bordo del legendario buque-escuela Cruz del Sur, donde realizó un extenso reportaje fotográfico y filmográfico, parte del cual se publicó en la revista Blanco y Negro en septiembre de 1957.

Otra de sus exploraciones lo condujo junto a su cámara subacuática al lago Martel, dentro de las famosas Cuevas del Drach en Mallorca, donde realizó una serie de espectaculares fotografías.

Una de las cámaras de 16mm con enormes estabilizadores que utilizó Morey durante la expedición a bordo del "Cruz del Sur".


Debe mencionarse también su colaboración con la Unidad de Zapadores Anfibios de Infantería de Marina que se estableció en Illetas (Mallorca) en 1953. Allí realizó reportajes fotográficos de los entrenamientos de los buceadores de la base y tuvo ocasión de conocer y bucear con Eduard Admetlla y Roberto Díaz, quienes acudían a impartir cursos de buceo a la dotación.

A la izquierda, Morey en la base de Zapadores Anfibios de Illetas (Mallorca). Lleva una caja estanca alemana ROBOT para cámara fotográfica de 35 mm. A la derecha, con su modelo de carcasa de fabricación propia.


Pero por lo que Morey llegó a ser más conocido, dentro y fuera de España, fue por convertirse en el primer español que consiguió pintar cuadros al óleo bajo el agua.

La historia de cómo se dedicó a esta actividad aparece relatada en varias publicaciones de la época. Gracias a sus fotografías y a sus colaboraciones en campañas arqueológicas, Morey pudo conocer a varios personajes relevantes que visitaban Mallorca ocasionalmente. Uno de ellos fue el industrial francés Henri Briand, conocido mecenas de varias expediciones arqueológicas. Según parece, Briand comentó a Morey que bajo el agua no le sería posible pintar uno de sus cuadros. El mallorquín, quizá algo herido en su amor propio, le respondió que sí era capaz, pero que necesitaría tiempo para desarrollar la técnica y los materiales adecuados. Henri Briand, le ofreció entonces comprarle el cuadro por 1000 dólares -una suma considerable para la época- si conseguía pintarlo íntegramente bajo el agua.

Tras varios meses de trabajo, y multitud de ensayos y fracasos, finalmente logró lo que parecía imposible. Tras aplicar una imprimación de aceite de linaza al lienzo y gracias a una combinación de pinturas con diversos productos químicos que evitaban su disolución en el agua, Jorge Morey se sumergió con su caballete lastrado y pudo conseguir su objetivo. Fueron necesarias quince jornadas de buceo de 1 hora para poder terminar su primer cuadro submarino.

Mientras tanto, en la superficie, Henri Briand esperaba expectante a bordo de su yate y seguía de vez en cuando las evoluciones del mallorquín con un mirafondos.

Una vez terminado el cuadro, Morey lo firmó así: “Jorge Morey Gil. Pintura submarina nº 1”. A continuación se lo entregó a Briand, quien cumplió su palabra y le pagó lo convenido.

Jorge Morey decidió pintar una cantidad limitada de cuadros submarinos. En una entrevista comentó que sólo realizaría cincuenta lienzos de este tipo, aunque desconocemos si llegó a completar esa cifra.

                               Jorge Morey con sus útiles para pintar bajo el agua.


Actualmente, los pocos cuadros submarinos de Morey Gil que ocasionalmente salen a la venta alcanzan precios elevados.

La fama del “mallorquín que pintaba bajo el agua” se extendió por medio mundo y prueba de ello son sus múltiples apariciones en los medios impresos de la época.

            Uno de los cuadros de Jorge Morey pintado íntegramente bajo el agua




Jorge Morey Gil falleció el 5 de marzo de 2012, a la edad de 92 años, ocupando ya para siempre un lugar de honor junto a otros pioneros de las profundidades marinas.

 

Rubén Castrillo / NEMROD MUSEUM




Fuentes:
- Connolly E.
Jorge Morey Gil: Pintor y fotógrafo submarino. Revista “El Buzo”. Disponible en https://revistaelbuzo.blogspot.com/2012/10/jaime-morey-gil-pintor-y-fotografo.html

- González Muñiz A. Veinticuatro hombres-ranas españoles exploran las profundidades del Mediterráneo. Revista BLANCO Y NEGRO. 1957; (2368).

- Morey Gil J. Cinco inolvidables momentos de mi vida en el fondo del Mediterráneo. Revista BLANCO Y NEGRO. 1959; (2467).

- Morey Gil J. Sumarias y elementales consideraciones acerca de la fotografía subacuática. Revista ARTE FOTOGRÁFICO. 1955; (43): 443-445.

- Colomar M.A. El primer cuadro al óleo pintado en el fondo del mar. Revista VEA Y LEA. 1955; (218): 28-30.

 

*Nota: Las fotografías que ilustran este artículo han sido restauradas con IA debido a la mala calidad de los originales disponibles.


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